Coníferas chilenas - El Jardinero Skip to main content

Están agrupadas en tres géneros, con sus respectivas especies.

Araucariaceae

  • Araucaria araucana

Cupressaceae

  • Ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis)
  • Alerce (Fitzroya cupressoides)
  • Ciprés de las guytecas (Pilgerodendron uviferum)

Podocarpaceae

  • Mañío de hojas punzantes (Podocarpues nubigena)
  • Mañío de hojas largas (Podocarpus saligna)
  • Lleuque (Prumnopitys andina)
  • Mañío de hojas cortas (Saxegothea conspicua)

Características y comportamiento

cipres cordillerano

En estado silvestre, la mayor parte de las coníferas son árboles verticales con la forma de una columna, un cono o una pirámide y pueden alcanzar enormes dimensiones. Sin embargo, con frecuencia el crecimiento es lento requiriéndose de muchos años para poder apreciarlos en su máximo esplendor. En el último tiempo ha surgido un gran interés por las variedades enanas o de muy lento crecimiento que se adaptan a los jardines de pequeñas dimensiones. La mayoría de las coníferas enanas no son exigentes en cuanto a suelo, pero son sensibles a la retención de humedad.

Las coníferas presentan gran facilidad de mutación, originando plantas con características de crecimiento, forma y color de follaje diferentes al del ejemplar que procede. Esta característica es la que permite obtener fácilmente variedades nuevas.

Se adaptan muy bien al clima mediterráneo de la zona central y también a climas con altas precipitaciones y bajas temperaturas como el de la zona sur. Algunas especies se dañan en la costa a causa del viento y la humedad que favorece el desarrollo de hongos. Los peores enemigos de las coníferas son la sequedad del aire acompañada de altas temperaturas; esto ocasiona quemaduras muchas veces irrecuperables al follaje.

Muchas coníferas varían su color en otoño e invierno, llegando al café, rojo óxido o morado, lo que lleva a pensar que se han secado o están heladas. Sin embargo, este cambio de coloración es totalmente reversible y una vez que aumentan las temperaturas se recupera el color verde original. Esta condición es muy apreciada desde el punto de vista paisajístico.

Cuando se desea acelerar el crecimiento, es aconsejable suministrar fertilizantes foliares junto con fertilizantes aplicados al suelo durante los primeros años.

Prefieren los suelos neutros o ácidos. Solo los géneros Juniperus y Taxus prefieren los suelos alcalinos. Necesitan una situación bien soleada y despejada.

Prácticamente no necesitan poda, solo la eliminación de ramas secas o que deformen la planta. No se debe cortar en madera vieja porque el rebrote es muy difícil.  En ocasiones se puede realizar podas bien dirigidas con fines paisajísticos precisos; eliminando ciertas ramas se puede lograr un movimiento deseado. También una poda cuidadosa de entresaque de ramas es útil para mantener un volumen determinado, sin que se noten los cortes efectuados.

  • Pintura Integral